¿Alguna vez has visto una foto de comida tan apetitosa que casi puedes saborearla?
Ese es el poder de la fotografía gastronómica. En Orbit Media Lab, hemos sido
testigos de cómo esta disciplina ha evolucionado de simples fotos de platos a
verdaderas obras de arte que cuentan historias y despiertan emociones. Vamos a
sumergirnos en el delicioso mundo de la fotografía gastronómica y descubrir cómo
hacer que los platos realmente cobren vida.
El arte de despertar el apetito visual
La fotografía gastronómica va mucho más allá de simplemente capturar la imagen
de un plato. Se trata de crear una experiencia visual que despierte los sentidos y
haga que el espectador casi pueda oler y saborear la comida.
Francesco Tonelli, un maestro chef certificado convertido en fotógrafo, ha llevado
este arte al siguiente nivel. Su experiencia culinaria le permite no solo fotografiar la
comida, sino entenderla desde la perspectiva de un chef. Esto se traduce en
imágenes que no solo son hermosas, sino que realmente hacen justicia a la visión
del cocinero.
La iluminación es crucial en la fotografía gastronómica. Louise Lister, con más de 20
años de experiencia, ha perfeccionado el arte de usar la luz para resaltar texturas y
colores. La clave está en encontrar el equilibrio perfecto entre sombras y brillos para
dar profundidad y dimensión a los platos.
Davide Luciano, conocido por sus imágenes divertidas y sorprendentes, nos
recuerda que la composición es fundamental. No se trata solo de centrar el plato en
el encuadre. Juega con los ángulos, usa props interesantes y no temas experimentar
con composiciones poco convencionales.
Olvídate de los platos perfectamente arreglados y las composiciones artificiales. La
tendencia actual se inclina hacia lo auténtico y lo real. Jackie Alpers, una fotógrafa
comercial de alimentos de alto perfil, nos muestra cómo capturar la belleza en la
imperfección. Una miga fuera de lugar o una gota de salsa pueden añadir ese toque
de realismo que hace que la imagen sea más atractiva y relatable.
Neal Santos ha llevado la fotografía gastronómica más allá del plato, incorporando a
los chefs y cocineros en sus imágenes. Esta tendencia de contar la historia detrás
de la comida añade una dimensión completamente nueva a la fotografía
gastronómica. Ya no se trata solo del plato final, sino de todo el proceso y las
personas involucradas en su creación.
Andrea Di Lorenzo, desde Roma, nos muestra cómo el minimalismo puede ser
poderoso en la fotografía gastronómica. Al centrarse en ingredientes individuales o
en detalles específicos de un plato, se puede crear un impacto visual fuerte y
memorable.
Si bien es cierto que el ojo del fotógrafo es lo más importante, contar con el equipo
adecuado puede marcar la diferencia. Muchos fotógrafos gastronómicos juran por el
objetivo EF 100mm f/2.8L Macro IS USM de Canon para capturar esos detalles
exquisitos que hacen que la comida se vea irresistible.
Mirando hacia el 2025, podemos esperar ver algunas tendencias emocionantes:
● Realidad aumentada: Imagina poder «probar» virtualmente un plato a través de
tu smartphone.
● Vídeo y contenido en movimiento: Los GIFs y los videos cortos están ganando
popularidad, permitiendo mostrar la textura y el movimiento de los alimentos.
● Fotografía ética y sostenible: Con el aumento de la conciencia sobre la
sostenibilidad, veremos más imágenes que destacan prácticas alimentarias
éticas y sostenibles.
Recuerda, la gran fotografía gastronómica es aquella que no solo muestra cómo se
ve un plato, sino que te hace sentir como si pudieras saborearlo. Ya sea que estés
fotografiando para un restaurante de lujo o para tu blog de cocina personal, el
secreto está en prestar atención a los detalles, experimentar con diferentes técnicas
y, sobre todo, divertirte en el proceso.
¿Estás listo para hacer que tus platos cobren vida a través de la lente? Recuerda,
cada plato tiene una historia que contar. Tu trabajo como fotógrafo gastronómico es
capturar esa historia y presentarla de la manera más apetitosa posible. ¿Qué historia
culinaria vas a contar con tu próxima foto?
Foto: Mae Mu en Unsplash.